La Hermana Juliaan Mullie, ICM, una monja misionera belga, tuvo la intuición de que se puede “Combatir el hambre a través del trabajo”. Así es como vio la luz, en 1966, SAFFY (Acción social para la juventud filipina). Esta organización creó fuentes alternativas de sustento para los desempleados y jóvenes no escolarizados que viven en las zonas marginadas de Manila, Filipinas.

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La Hermana Juliaan Mullie, ICM, una monja misionera belga, tuvo la intuición de que se puede “Combatir el hambre a través del trabajo”. Así es como vio la luz, en 1966, SAFFY (Acción social para la juventud filipina). Esta organización creó fuentes alternativas de sustento para los desempleados y jóvenes no escolarizados que viven en las zonas marginadas de Manila, Filipinas.

La organización se transformó, más tarde en 1970, como "Social Action Foundation for Rural and Urban Development, Inc." SAFRUDI, una entidad de desarrollo social sin acciones y sin fines de lucro imbuida de valores cristianos.

A lo largo de más de cuatro décadas, SAFRUDI continuó persiguiendo sus objetivos de empresa social, conservando SAFFY –como nombre comercial– para enviar exportaciones de Comercio Justo de calidad a Europa, América del Norte y Asia-Pacífico. En el mercado nacional, su tienda “ManoMano” acercó los mismos productos, elaborados a mano, a los corazones de los filipinos.

Al mismo tiempo, a través de su ISDP (Programas Integrados de Desarrollo Social), la Fundación actuó, y sigue sirviendo, como catalizador en la formación y desarrollo de Organizaciones de Pueblos de Base. Los miembros y líderes voluntarios dedicados de estos grupos reciben capacitación regular y subsidios para proyectos que les permiten liderar a sus respectivas comunidades en el camino hacia la autosuficiencia y convertirse en miembros activos en la construcción de la nación.

El año 2013 SAFFY, Inc. se constituyó como una corporación comercial independiente para enfocarse y continuar las relaciones de la organización con compradores y clientes asociados, así como con productores y artesanos independientes, bajo la guía de los principios del Comercio Justo. A través de esta Corporación, la intuición de la Fundadora se concreta aún más en la creación de mejores oportunidades para empoderar a los pequeños y marginados productores y artesanos, al tiempo que se promueve el ingenio y la artesanía filipinos a nivel mundial como se refleja en cada uno de sus productos de Comercio Justo.