El proceso de producción de este azúcar es totalmente respetuoso con el Medio Ambiente. En primer lugar se recolectan las cañas de los campos. A continuación las cañas son exprimidas para obtener su jugo, los residuos generados son empleados como combustible en el proceso productivo. Entonces el jugo de la caña se limpia y se depura mediante procesos naturales: filtrado y sedimentación en un primer estadio, y posteriormente evaporación, hervido y limpiado.

El paso siguiente es el centrifugado, lavado, teniendo lugar la primera cristalización, de la que se obtienen ya diversas variedades del azúcar, entre las que se encuentra el Demerara en sus diversos tipos (Fine Demerara, Dry Demerara, etc.). Una nueva centrifugación y un nuevo lavado dan lugar a la segunda cristalización, y después de una tercera vez se obtiene la melaza.

El Demerara seco es un azúcar de color marrón dorado con unos cristales homogéneos, brillantes y grandes, crujiente, de textura pegajosa y rico aroma gracias a la presencia de melazas de caña que cubre sutilmente cada cristal. Tiene un sabor característico que es ideal para endulzar café, cereales, o como crujiente recubrimiento de pasteles o frutas frescas.