La Cooperativa Integradora Otilio Montaño, se halla en la costa oeste de México. Está formada por 130 miembros y obtuvieron el sello FairTrade en 2011. Tras varios años trabajando de la mano lograron el primer Agave ecológico certificado de Comercio Justo. Es una región que proporciona las condiciones ideales de crecimiento de la planta de agave: suelo arcilloso volcánico y un clima árido.

Cuando la popularidad del tequila alcanzó su máximo histórico, muchos agricultores mexicanos esperaban obtener ganancias mediante la plantación de agave y la venta de sus cosechas a las empresas multinacionales de bebidas que producen el tequila. Desafortunadamente, pronto hubo un superávit de agave y empezaron a pagar a los agricultores poco por sus cosechas de agave. No podían sobrevivir con los precios que les pagaban las grandes multinacionales. Ahora, gracias al Comercio Justo disponen de una alternativa viable y más rentable.

Este edulcorante saludable y con sello Fairtrade da a los agricultores un incentivo económico para proteger a su comunidad, sus tradiciones y su entorno. Disfrutan de condiciones de trabajo seguras y un salario digno.
Como una cooperativa de Comercio Justo, los agricultores de la Cooperativa Integradora Otilio Montaño no sólo reciben un precio justo por sus cosechas, sino también una prima social. El uso de las primas sociales deben ser aprobadas democráticamente por la cooperativa y dedicarse a proyectos que beneficien a toda la comunidad. Con estos fondos, los miembros de la cooperativa podrán brindar a sus familias asistencia sanitaria, enviar a sus hijos a la escuela, compra equipo y la tierra, y ampliar sus prácticas agrícolas sostenibles.

La introducción del cultivo del ágave permite obtener ingresos monetarios y de forma sostenible a medio plazo: la planta necesita unos 7 años hasta su recolección, lo que se traduce en planificación y generación continua de recursos, dando estabilidad adicional en el tiempo a las comunidades.