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Creado en 1908, McKean fue el primer centro para leprosos en Tailandia. Se desarrolló rápidamente hasta volverse en un centro de rehabilitación integrando servicios de reinserción al hospital y en las mismas localidades de los antiguos enfermos.
ORGANIZACIÓN: Fundación de inserción social
CERTIFICACIÓN: WFTO
Página en Facebook [en tailandés]
Creado en 1908, McKean fue el primer centro para leprosos en Tailandia. Se desarrolló rápidamente hasta volverse en un centro de rehabilitación integrando servicios de reinserción al hospital y en las mismas localidades de los antiguos enfermos.
Heather Smith, directora del centro Mac Kean, extendió también la acción de su centro a los discapacitados físicos. El objetivo de McKean consiste en permitir a sus integrantes alcanzar su potencial físicamente, sentirse valorizados y aceptados, ser capaz de subvenir a sus necesidades y de vivir en su comunidad con dignidad. Incluso una vez curados, está aun muy difícil para ellos encontrar un trabajo. Muchos son rechazados por su familia y condenados a la mendicidad.
En el centro McKean, aprenden un trabajo de tipo artesanal que pueden ejercer una vez de vuelta en su pueblo. McKean procura fomentar una relación sólida entre estos nuevos artesanos y el mercado local o internacional.
Sus productos son vendidos a los turistas o exportados por el centro que efectúa un control de calidad del producto terminado, del embalaje además de ocuparse de la promoción de los productos. Unos veinte artesanos trabajan en el centro McKean y unos sesenta en los pueblos alrededor.
WongWiang, uno de los socios, ha sido cuidado al Hospital McKean antes de crear su propia empresa.
TIPO DE BENEFICIARIOS
Personas que sufren de la lepra o de discapacidad física
Nº BENEFICIARIOS Unos 20 artesanos trabajan en el centro y otros 60 en los pueblos alrededor.
TESTIMONIO Pon tiene una hija que presenta graves problemas de discapacidad física. Con su trabajo, no tenía suficientes recursos financieros para poder atender a las necesidades de su hija y de su familia en general. Cuando su hija tuvo 5 años, Pon recibió la visita de un equipo del centro Mac Kean, que ponía en marcha un programa de rehabilitación en su pueblo. Gracias a la ayuda del centro Mac Kean, Pon aprendió a administrar mejor los cuidados a su hija, soltando más tiempo libre. Viendo a Pon dibujar formas en trozos de metal, el equipo responsable de la sección artesanía del hospital tuvo la idea de crear objetos de metal gravado para que Pon pueda fabricarles y así subvenir a sus necesidades. Su artesanía tuvo éxito y aumentaron cada vez más los pedidos. Pronto, Pon tuvo el trabajo cada día hasta tener la posibilidad de emplear a los miembros de la familia de su esposo. "¡Mi vida ha cambiado tanto desde que encontré a los miembros de Mac Kean! ¡No se preocupe! Ahora mi familia puede subvenir a sus necesidades y estamos muy orgullosos del artesanía que hacemos”.
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